Está claro que no siempre acertamos. Está claro que a veces nos pueden los miedos, el inconformismo y sobre todo el "tiempo". El tiempo precisamente te aceleró el corazón y te hizo creer que lo mejor está por llegar. El tiempo en ese caso, te agarró el cuello y te provocó. El tiempo hizo de ti un remolino de sensaciones que sólo acertaban a ver la oscuridad, esa que antes era claridad y te daba la vida, decías. ¿Pero por qué la luz que ilumina puede llegar a ser sombra que oscurece?. No será ahora cuando lo explique, pero no es casual.
El tiempo, ese sí que aprieta, esa edad que vemos llegar impetuosa y dejándonos ciegos ante la evidencia. Nos hace que soltemos cualquier compromiso que nos aferraba a la luz, porque para el tiempo todo pesa, necesitado de las alegrías temporales, no hay tiempo para otra cosa, no más lastres quiere el tiempo.
Pero el tiempo es sólo eso, y el propio tiempo volverá a ahogar, y a reclamar más luz, y sea la misma luz, u otra nueva, algún día volverá a querer "segundos de vitalidad y libertad temporal" y entonces volverá la encrucijada. Espero que para entonces hayas aprendido a mantener esa luz bien encendida, bien cuidada y bien amada. Así quizás con tu energía, con tus años y tu nuevo "yo", puedas enfrentarte al tiempo, y esa vez veas que sólo es eso, tiempo y que todo pasa, menos la LUZ.
Buenas noches TIEMPO, y gracias por la parte que me toca.
by Jessik Bokis.
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