Ir al contenido principal

Sigue jugando, sigue cuidando de él

Cuántas veces escuché eso: "No mates al niño que llevas dentro". Me estremece recordar esa frase y me alegra saber que nunca lo olvidé, en mi caso, no "la olvidé".



Hay quien juzgará algunos de mis actos, palabras, gustos o simples gestos como "inmaduros", pero lo siento, no se trata de eso; no es posible dotar a todo ello de un adjetivo tan ruin. Lo que ocurre es que quienes ven inmadurez, donde yo veo "vida", nunca tuvieron a nadie que les recordara aquello que es esencial y vital para que tu mundo no se convierta en algo tosco, frío y solitario. Me temo que el aburrimiento de sus vidas sombrías les lleva a rechazar e intentar apagar la luz que otros llevamos conservando desde pequeños y que es la que realmente tiene fuerza y autenticidad como para iluminarlo todo de "verdad".

Me gusta poder ser adulta y niña al mismo tiempo. Además, me encanta encontrarme con personas que también mantienen esa dualidad intacta y sobre todo, me emociona saber que eso puede en muchos casos marcar la diferencia.

No voy a seguir dándole vueltas a lo mismo, pero insisto en que es muy necesario replantearse muchas cosas a diario, sobre todo aquellas personas que no encuentran alegría en sus vidas o a las que les cuesta sonreír. Si tan sólo lograseis echar la vista atrás, empezar a ver el mundo con los mismos ojos con los que los veíais de pequeños, cuando todo era nuevo y era descubierto por primera vez. Volved a ser esos niños de vez en cuando; sin tapujos, sin vergüenza, sin miedos y sobre todo, sin malicia. Disfrutad de cada detalle de esta vida, pues es en los detalles donde habita la esencia de todo.

Te animo a ser niño/niña de nuevo, y así poder ver el mundo de la forma más limpia y humana, disfrutarlo pues será coser y cantar.

 By Jessik Bokis.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No soy

Tanto tiempo creyendo ser, creyendo estar caminando, tanta síntesis de lo absoluto, tanto freno en dos segundos. Tanta distracción perturbada, tanto alzar catedrales por ti, tanto pedestal sigiloso, tanto miedo por vivir. Y pasan los años, y pasan los miedos, y pasa el regalo de saber lo que quiero. He diseñado dioses en cuerpos de otros, he vislumbrado espejos y han acabado rotos, he localizado el horizonte más bello del mundo, pero la paz siempre está cuando cambio de rumbo. Ahí, donde me hallo quieta, Inmersa en mí y en mi “mundanidad”, Allí donde nada me aprieta, donde lo que amo siempre está por llegar. Ahí donde se mezclan los mares,  donde se atisba el silencio, donde todo se hace porque así  lo diseña mi verbo. Siento mucho el desorden, el de mis pasos errados, el de mis miedos alados, son las únicas alas que debí haber cortado. Pero me invade la felicidad, una absurda felicidad sin sentido, que me incita incluso a escribir sobre aquello que ya doy por perdido. De todas las per

La Dolania Americana se siente viva

Parece lo más efímero de la existencia y al mismo tiempo lo más perfecto. La Dolania Americana, cuya esperanza de vida ronda las 24 horas, me despierta tanta curiosidad como envidia. No estoy exagerando, pues es en lo más imperceptible, en aquello que desconocemos, donde habita la belleza más perfecta que existe. No niego que esté siendo tremendista, pues hay cosas poco envidiables en algo tan diminuto, efímero y “poco vistoso” si lo comparamos con una mariposa, ¿verdad?. Pero sólo hay que ir más allá para verlo. Como siempre digo, con los ojos de “humano” no lo verás. Lo primero que debo atender, es que ni si quiera a esta especie se le suele llamar por su nombre, pero forma parte de un conjunto de insectos denominados “efímeras”, y a mi ya esa palabra me tiene enamorada desde que la descubrí. Digo descubrir, porque odio eso de “aprender”, me da igual si alguien me ayuda a conocer algo y luego yo lo aprendo, prefiero llamarlo “descubrir” pues es lo que a mi existencia le pasa

No puedo hablar

Puede parecer irónico, pero ayer estaba alabando voz. Anoche no dejaba de regalarme el sonido de su voz como quien sabe que con las cáscaras de altramuces otros encontrarán la gloria. Lo sabía, y luego yo se lo hice saber. Temí que dejara de hacerlo, por vergüenza, por timidez, pues quizás nadie le dejó claro nunca que poseía algo tan bello. Pero tras un poco de titubeo, volvió a dármela. No me lo podía creer, era algo tan sencillo y me llenaba tanto… Hoy yo estoy sin voz. ¡Parece un chiste!. He amanecido en un estado en el que parece que mi garganta hubiera batallado en algún tipo de guerra de insultos o palabrería barata donde moría el que antes callara. Pero no fue así, y ahora todo parece una broma. Pero creo que es algo más. Necesitaba estar en silencio, hacer todas esas cosas que sólo puedes hacer cuando estás en silencio, y vivir en una especie de burbuja completamente aislada durante un día para poder recuperar tu salud y tu dignidad. Me gusta el silencio y casi lo había olvid