Cuántas veces escuché eso: "No mates al niño que llevas dentro". Me estremece recordar esa frase y me alegra saber que nunca lo olvidé, en mi caso, no "la olvidé". Hay quien juzgará algunos de mis actos, palabras, gustos o simples gestos como "inmaduros", pero lo siento, no se trata de eso; no es posible dotar a todo ello de un adjetivo tan ruin. Lo que ocurre es que quienes ven inmadurez, donde yo veo "vida", nunca tuvieron a nadie que les recordara aquello que es esencial y vital para que tu mundo no se convierta en algo tosco, frío y solitario. Me temo que el aburrimiento de sus vidas sombrías les lleva a rechazar e intentar apagar la luz que otros llevamos conservando desde pequeños y que es la que realmente tiene fuerza y autenticidad como para iluminarlo todo de "verdad". Me gusta poder ser adulta y niña al mismo tiempo. Además, me encanta encontrarme con personas que también mantienen esa dualidad intacta y sobre tod
Ilustradora, artista y character designer