Cuántas veces escuché eso: "No mates al niño que llevas dentro". Me estremece recordar esa frase y me alegra saber que nunca lo olvidé, en mi caso, no "la olvidé".
Hay quien juzgará algunos de mis actos, palabras, gustos o simples gestos como "inmaduros", pero lo siento, no se trata de eso; no es posible dotar a todo ello de un adjetivo tan ruin. Lo que ocurre es que quienes ven inmadurez, donde yo veo "vida", nunca tuvieron a nadie que les recordara aquello que es esencial y vital para que tu mundo no se convierta en algo tosco, frío y solitario. Me temo que el aburrimiento de sus vidas sombrías les lleva a rechazar e intentar apagar la luz que otros llevamos conservando desde pequeños y que es la que realmente tiene fuerza y autenticidad como para iluminarlo todo de "verdad".
Me gusta poder ser adulta y niña al mismo tiempo. Además, me encanta encontrarme con personas que también mantienen esa dualidad intacta y sobre todo, me emociona saber que eso puede en muchos casos marcar la diferencia.
No voy a seguir dándole vueltas a lo mismo, pero insisto en que es muy necesario replantearse muchas cosas a diario, sobre todo aquellas personas que no encuentran alegría en sus vidas o a las que les cuesta sonreír. Si tan sólo lograseis echar la vista atrás, empezar a ver el mundo con los mismos ojos con los que los veíais de pequeños, cuando todo era nuevo y era descubierto por primera vez. Volved a ser esos niños de vez en cuando; sin tapujos, sin vergüenza, sin miedos y sobre todo, sin malicia. Disfrutad de cada detalle de esta vida, pues es en los detalles donde habita la esencia de todo.
Te animo a ser niño/niña de nuevo, y así poder ver el mundo de la forma más limpia y humana, disfrutarlo pues será coser y cantar.
By Jessik Bokis.
Comentarios
Publicar un comentario