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Renuncio a ti

  ¿Quién/qué es “ti”?, sé que esa es la primera pregunta… pero ya lo sabe, o ya lo intuye… o no es nadie, y sólo “algo”… Esto es sólo el modo de firmarlo, de darle la fuerza de un escrito a una decisión… de que no haya vuelta atrás. Lo sellaría usando un sello a base de cera de vela roja y plasmar el escudo de mi anillo dentro. Es cruel rendirse así, pero me aturrulla sin descanso la evidencia de todo esto. Ni siquiera hay algo a lo que renunciar, y aquí es donde empieza la locura… No puedo alejarme de algo que no está cerca, no puedo abandonar algo que no tengo, pero si no lo hago ya, si no lo hago yo… me quedo rodando y generando la bola de nieve más preciosa y absurda del mundo (por lo inútil que me parece). Cuando te empeñas en realizar una utopía terminas así… escribiendo sin sentido. By Jessik_Bokis

Por si las dudas, por si el amago de soñar…

  ¿Quién se atreve a romper el silencio? ¿Por qué todo sabe a acordes? Por si las dudas, dice una canción, por si acaso… Todo surge de la inconstancia del valor, de la perfidia… Tu sonrisa me anima, me puede, me enamora y no puedo hacer otra cosa que sonreír yo también… me gustaría llorar, gracias por impedirlo. Me cuesta mucho no relajarme. Me cuesta interpretar tus señales, lo hago a mi manera; y no poder, no querer… no hacer nada. Porque nunca pienso que deba ser yo quien empiece el camino… por miedo, como siempre. Te admiro, porque tú pareces tan fuerte, parece que no supieras todo lo que te estás perdiendo… ¿pero realmente te estás perdiendo algo?, me gustaría pensar que no… o lo hago para quedarme tranquila y seguir viendo cómo sonríes. Me encanta que estemos juntos en esto. Yo pensando en ti y tú… no sé muy bien qué piensas tú, pero te admiro, insisto. Parece que todo lo que a mi me preocupa, para ti es sólo una ilusión, sólo un juego. Sé que sonríes para aliviarme,...

Pasa Alberti, pasa…

  Hace falta estar ciego Hace falta estar ciego, Tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio, Cal viva, Arena hirviendo, Para no ver la luz que salta en nuestros actos, Que ilumina por dentro nuestra lengua, Nuestra diaria palabra. Hace falta querer morir sin estela de gloria y alegría, Sin participación de los himnos futuros, Sin recuerdo en los hombres que juzguen el pasado sombrío de la tierra. Hace falta querer ya en vida ser pasado, Obstáculo sangriento, Cosa muerta, Seco olvido.   Del gran RAFAEL ALBERTI

“Ya nada será igual… es el final de la inocencia”

  C ONCORDE   (AMARAL)       Qué verdad, qué triste realidad, surgió de la nada y se alza ante mi. Me siento pequeña pero nunca más confiada. ¿Cómo fue?¿Qué tal la sensación de ver cómo ardían por ti mis manos en el fuego? Ya nada será igual es el final de la inocencia. Ya no verás volar el Concorde sobre nuestras cabezas. Iba a hacer una canción cruel escrita en tu honor, que sacara de mi este veneno, pero en un sueño vi tu alma destrozada y al despertar lloré porque una vez creí ser tu hermana. Ya nada será igual es el final de la inocencia. Ya no verás volar el Concorde sobre nuestras cabezas. Ya no verás volar el Concorde sobre nuestras cabezas.

Romper esquemas y volverlos a explorar...

No es hormigón, porque cae demasiado rápido, se deshace y golpea en el suelo haciéndose añicos. No es la primera vez, pero espero sea la última. Sería un destrozo. Cuando sea la última vez que todo esto acontezca, todo se acabará, y de reinar la paz frente al desasosiego, a veces prefiero lo segundo. Ser masoquista no es malo si se lleva con dignidad, suena a chiste, incluso me hace sonreir el sólo pensarlo. Creo que mejor lo retiro. 3 almas suelen inquietarme... (¿qué estoy haciendo?, cambiemos de tercio... esta noche se me está yendo de las manos)  Justo en estos momentos me siento tan humana que empiezo a entender que si las cosas en su naturaleza se nos presentan caóticas, aleatorias e impredecibles, no entiendo por qué nos destrozamos intentando darles sentido, organizándolas y sobre todo (y lo más complicado y pretencioso) controlando sus causas y consecuencias. Me tomo la libertad de afirmar que una vez más voto por una simple y sencilla frase "dejarse lleva...

El descenso del águila

¿Por qué al abrir las alas, un águila de tremenda majestuosidad, a todos nos parece sublime? No le encuentro la gracia si a la mínima de cambio desciende, sin escrúpulos, a saciarse de algún animal "ignorante" de lo que le espera... Es cierto, es lo normal, natural, lógico... pero sigo sin entenderlo. Como cuando no controlas tu suerte, tu futuro, tu destino... no sabes que anterior maravilla puede acecharte ahora. La majestuosidad a veces me da miedo. Pero no soy consciente o no quiero serlo... y acepto mi suerte. A la inversa todo es imposible. Nunca lo pasivo, banal u objetivo del descenso del águila, puede llegar a ver al águila, anticipar sus pasos y menos... ayudarla. Sería intentar manipular la suerte, codearse con los grandes, desubicarse... Aceptando la posición, asumiendo el rol y logrando ignorar el acecho, el descenso del águila será mucho menos traumático. No mirar al cielo, no soñar nunca volver a ver al águila... pues verla significaría el fin. ...

¿Para qué?

...Si todo termina por esconderse... (sólo tengo que fijarme en mi caracol). Un segundo de valentía y a la mínima señal positiva... EL MIEDO (en su caso es entrar en contacto con una deliciosa hojita de lechuga... es rozarlo y esfumarse... luego ya sale, cuando tiene más confianza...). Ojalá tuviera un bonito y amplio caparazón... y no se  me apreciaría al poner esa estúpida cara de disimulo.  Lo llamo miedo porque la gente precipitadamente asimila una sensación que es semejante a la que me refiero, pero no es para nada MIEDO. Es mucho mejor. Hay miles de sensaciones que te hacen sentir vulnerable, y casi es preferible que nadie sepa de eso. Ésta de la que hablo sería ideal si consiguiese un buen caparazón... esto no tiene sentido ¿verdad?. -.¿El caparazón es para protegerte?, -. Más quisiera yo... Para qué arriesgar la serenidad por un "no sé cuánto tiempo" de frenética dicha.... por un "posible", por un "imposible"... ¿para qué?.