Ir al contenido principal

Dulce voz de hielo




Hoy, un día maravilloso,
de los que no podré olvidar fácilmente.

Tu generándome la duda, y hoy con tu voz casi me envuelves.


Tu voz,
dulce voz de hielo,
cálida de intenciones,
helada porque yo quiero.


Pequeños detalles se te escapan,
minucias, me aseguran, que aún habito en tu mente,
ironía que eso me haga grande, grande frente al resto de la gente.


La amistad, cruel mentira, me la vistes de verdad,
y la luz que no ilumina la consigues despertar.


Tu voz,
dulce voz de hielo,
cálida de intenciones,
helada porque te espero.


Desde el fondo del misterio,
la distancia ya no existe,
elixir son tus palabras,
para la niña que se resiste.


Me das ganas sin quererlo, y yo acudo en cuanto puedo,
son asuntos de importancia, y mis pies ya no pisan el suelo.


Tu voz,
dulce voz de hielo,
cálida de intenciones,
helada porque te...


espero, aprecio, necesito...,
tantas cosas te diría, pero no sé lo que siento,
hago lo menos por mantener el calor,
hago imposibles y a la distancia ya no temo.


No sé por qué sencilla razón,
me puse a escribir todo esto;
pero un día simple como hoy,
con tu voz se me hizo perfecto.



[Dedicado a una buena persona]




-By Bokis-


([^_^])

Comentarios

  1. Es más la letra de una canción (melancólica) que un poema en sí.
    Me gustaría oír la música correspondiente (sigo con mi idea).

    Esta vez veo tu composición un poco tópica (perdona, Bokis: no te voy a mentir), pero me encanta "Helada porque te espero... porque yo quiero" (mucho mejor que "te quiero").

    Me gusta leerte.

    ResponderEliminar
  2. Sí, nisiquiera yo sé lo que es, sencillamente tenía ganas de expresar algo, pensé que mi Blog sería el mejor espacio para colocarlo y salió esto. COmo bien dices, una mezcla entre canción y poesía "sencilla".

    Me encanta tu sinceridad, así que no dudes en continuar así, ya que es la única forma de evolucionar. Pero digamos que la "imperfección" que se puede apreciar aquí es la misma imperfección que podemos ver reflejada día a día en nuestros propios sentimientos, la mayoría irracionales y que no se pueden ni controlar.

    No tiene melodía o música esta especie de canción, pero creo que me acabas de dar una muy buena idea, GRACIAS!!!(serás de lso primeros en oir lo que le corresponda).

    Un abrazo y gracias siempre por aparecer por aquí y leerme, vi que pusiste algo nuevo, así que no pienso perdérmelo.

    Jessica ([^_^])

    ResponderEliminar
  3. Para ser improvisado quedó muy bonito. Me gusta cómo valoras cada detalle, el poder de la palabra, y cómo consigues expresarte.

    Supongo que sólo las buenas personas pueden reconocer a otras, creo que para ello hay que mirar por el mismo prisma.

    Aunque, lo único que me desconcierta, es la incertidumbre que transmite cada frase....

    Es un sí, pero no, o un no, pero sí. Quien sabe.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por todo lo que dices ^_^ y sí, es todo incertidumbre, la mísma que se siente se expresa... supongo...

    Gracias por pasarte y escribir en todo!!!!!!No me lo puedo ni creer!!! XD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No soy

Tanto tiempo creyendo ser, creyendo estar caminando, tanta síntesis de lo absoluto, tanto freno en dos segundos. Tanta distracción perturbada, tanto alzar catedrales por ti, tanto pedestal sigiloso, tanto miedo por vivir. Y pasan los años, y pasan los miedos, y pasa el regalo de saber lo que quiero. He diseñado dioses en cuerpos de otros, he vislumbrado espejos y han acabado rotos, he localizado el horizonte más bello del mundo, pero la paz siempre está cuando cambio de rumbo. Ahí, donde me hallo quieta, Inmersa en mí y en mi “mundanidad”, Allí donde nada me aprieta, donde lo que amo siempre está por llegar. Ahí donde se mezclan los mares,  donde se atisba el silencio, donde todo se hace porque así  lo diseña mi verbo. Siento mucho el desorden, el de mis pasos errados, el de mis miedos alados, son las únicas alas que debí haber cortado. Pero me invade la felicidad, una absurda felicidad sin sentido, que me incita incluso a escribir sobre aquello que ya doy por perdido. De toda...

“La historia ya no se escribe”

Se escondió otra vez. Solía salir a caminar todas las mañanas, bajo la arboleda que dibujaba manchas en su piel y ropaje que le recordaban a uno de sus animales favoritos. No os voy a decir cuál. Se escondió esta vez. Cuando antes era toda música y canciones bajo la colada de sus vecinos, los murciélagos (o así solía llamarlos a menudo). Ella diferenciaba a cada tipo de individuo comparándolo con un animal, pero sus vecinos, en concreto, coincidían en ser murciélagos. No os voy a decir por qué. Se escondió deprisa. Tenía miedo, de ese miedo al que antes ha precedido el ingenuo temor; miedo de las ascuas, del polvo que levantan los pasos, de las huellas olvidadas de los caminos, de las sombras que no abrigan, del propio miedo y de ella misma. Tenía también muchas ganas, pero no os voy a decir de qué. Se escondió. Ya nadie la veía. Los murciélagos la buscaban por todos lados, algunos lloraban deseosos de poder escuchar su dulce voz cantar de nuevo; si ella supiera que a pesar de estar ca...

Se me derrama la vida.

Hace unas semanas estaba planeando la mejor forma de escribir lo que podría ser mi entrada más bella y más realista. Quizás podría haber sido un antes y un después en lo que respecta a mi expresividad. Cada día que me disponía a escribir, sentía que no estaba lo suficientemente preparada como para empezar a escribir la maravilla en la que me sentía inmersa. Nunca eran suficientes las palabras y la clarividencia que en esos momentos invocaba, y , por tanto, lo dejaba para el día siguiente. La historia se repetía, cual bucle vicioso, y nunca llegaba el momento. Y nunca llegó. Llegaron otras cosas, o quizás este maldito momento, donde la falta de misericordia de esta vida maldita, me arrebata la paz que creía haber encontrado. Me la arrebata temporalmente, porque, claro está, no voy a permitirle hacer nada que rompa la magia que tanto tiempo me costó encontrar. Pero son días grises, grises las ausencias, los miedos y la impotencia de no poder hacer nada más que esperar y “estar sin ...