Estando ayer en casa de un buen amigo mío, amante de los grandes viajes, de perderse por el mundo y de descubrir las genialidades culturales más ricas, ojeé un libro titulado: A través de la magia bubi: por las selvas de Guinea, de Jose Manuel Novoa.
Estaba abriéndolo y caí en la dedicatoria del libro. Suelo leer las dedicatorias como si de la parte más importante del libro se tratase, ya que en ocasiones van dedicadas a la persona en la que se inspira el libro, en la musa o en la que se piensa mientras se escribe. Lo que allí había escrito era lo siguiente:
A mi hijo, Jorge:
Los viajes nos dan seguridad y nos enseñan a conocernos mejor, pero lo más importante que nos enseñan es el camino que todo hombre debe tener para orientar su vida. No hay que aflojar. Si alguna vez tus amigos, los que caminan contigo, se dan la vuelta y andan en dirección contraria a la misma velocidad con que pasan los postes telegráficos por la ventanilla del tren, aférrate a tu camino. Sólo el aplomo conseguido en el vivir te ayudará a continuar el viaje.
Jose Manuel Novoa.
Desde que leí esto anoche, supe que no era casualidad, que lo habían escrito para que algún día yo lo leyese y no pudiese dejar de preguntarme… ¿cuál es mi próximo destino?, ¿por dónde quiero empezar a vivir?. Espero que quien lea esto lo perciba como una señal maravillosa con la que “despertar”, se llene de entusiasmo como me ha ocurrido a mi y le saque partido a este mágico fragmento. Yo no pienso perder más el tiempo… debo partir ya.
Bokis: ¿será verdad que ha vuelto Palabras de Silencio? Aquí me tienes meditando sobre tu conclusión y recuerdo a un amigo mío que siempre dice: "Tu vida es lo que tú quieres que sea". "Partir comme même", gran canción de Françoise Hardy...
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