Ir al contenido principal

Jugar a amar


No sabría decir si en este mundo alguien está "amando" de verdad. Es más, ¿qué es amar?, ¿cuál es la medida exacta?, ¿es posible que "amar" tenga fecha de caducidad?, ¿O acaso "amar" no entiende de finales y por tanto nunca fue tal "amar"?.

Miles de preguntas sin respuesta. Nadie las tiene. Puedes intentar imponer tu opinión pero ni tú mismo estás seguro de estar en lo cierto.

Amar, amor, amante, amado... qué bello, tan fuerte... ¿quién osa manchar el verbo "amar", 《malusarlo》, darle temporalidad?.

No daré mi versión del "amar", pero os juro que no entiendo en él temporalidad alguna. Dudo en su naturaleza haya algún atisbo de fragilidad. Entiendo que el mundo entero quiera adueñarse de ese poderoso verbo, pero la gran parte del planeta está cometiendo el mayor error de sus vidas. Eso es lo que nos hace vulnerables, marionetas del "deseo de amar", y el motor que nos mueve hacia... cualquier parte.

"Amar" es la huella que tememos, el horizone que nos aterra, ese silencio que grita, esa sonrisa que presume estar deliciosa.

No sé qué es esto que nos enloquece, nos da la vida y nos la quita, nos eleva por un momento y al instante nos devora. Pero hay algo de lo que sí estoy segura: No hay modo de negar que sin ese escurridizo "amar" el mundo no tendría sentido.

Jessik_Bokis

Comentarios

Entradas populares de este blog

No soy

Tanto tiempo creyendo ser, creyendo estar caminando, tanta síntesis de lo absoluto, tanto freno en dos segundos. Tanta distracción perturbada, tanto alzar catedrales por ti, tanto pedestal sigiloso, tanto miedo por vivir. Y pasan los años, y pasan los miedos, y pasa el regalo de saber lo que quiero. He diseñado dioses en cuerpos de otros, he vislumbrado espejos y han acabado rotos, he localizado el horizonte más bello del mundo, pero la paz siempre está cuando cambio de rumbo. Ahí, donde me hallo quieta, Inmersa en mí y en mi “mundanidad”, Allí donde nada me aprieta, donde lo que amo siempre está por llegar. Ahí donde se mezclan los mares,  donde se atisba el silencio, donde todo se hace porque así  lo diseña mi verbo. Siento mucho el desorden, el de mis pasos errados, el de mis miedos alados, son las únicas alas que debí haber cortado. Pero me invade la felicidad, una absurda felicidad sin sentido, que me incita incluso a escribir sobre aquello que ya doy por perdido. De toda...

La Dolania Americana se siente viva

Parece lo más efímero de la existencia y al mismo tiempo lo más perfecto. La Dolania Americana, cuya esperanza de vida ronda las 24 horas, me despierta tanta curiosidad como envidia. No estoy exagerando, pues es en lo más imperceptible, en aquello que desconocemos, donde habita la belleza más perfecta que existe. No niego que esté siendo tremendista, pues hay cosas poco envidiables en algo tan diminuto, efímero y “poco vistoso” si lo comparamos con una mariposa, ¿verdad?. Pero sólo hay que ir más allá para verlo. Como siempre digo, con los ojos de “humano” no lo verás. Lo primero que debo atender, es que ni si quiera a esta especie se le suele llamar por su nombre, pero forma parte de un conjunto de insectos denominados “efímeras”, y a mi ya esa palabra me tiene enamorada desde que la descubrí. Digo descubrir, porque odio eso de “aprender”, me da igual si alguien me ayuda a conocer algo y luego yo lo aprendo, prefiero llamarlo “descubrir” pues es lo que a mi existencia le pasa ...

Se me derrama la vida.

Hace unas semanas estaba planeando la mejor forma de escribir lo que podría ser mi entrada más bella y más realista. Quizás podría haber sido un antes y un después en lo que respecta a mi expresividad. Cada día que me disponía a escribir, sentía que no estaba lo suficientemente preparada como para empezar a escribir la maravilla en la que me sentía inmersa. Nunca eran suficientes las palabras y la clarividencia que en esos momentos invocaba, y , por tanto, lo dejaba para el día siguiente. La historia se repetía, cual bucle vicioso, y nunca llegaba el momento. Y nunca llegó. Llegaron otras cosas, o quizás este maldito momento, donde la falta de misericordia de esta vida maldita, me arrebata la paz que creía haber encontrado. Me la arrebata temporalmente, porque, claro está, no voy a permitirle hacer nada que rompa la magia que tanto tiempo me costó encontrar. Pero son días grises, grises las ausencias, los miedos y la impotencia de no poder hacer nada más que esperar y “estar sin ...